“Soy el administrador de la clínica Villa Serena, queremos protección…”
“Vale, encerráos dentro… cerradlo todo…”
“Tened en cuenta esto… una clínica privada es el primer objetivo respecto a los hospitales públicos porque esta gente la toma con quien tiene dinero.”
“Bueno…la toman con todos, incluso con la policía que tampoco tiene tanto dinero”
–Llamada al 113, el 20 de julio 2001, a las 16:05, Génova
Han pasado 11 años desde que Génova se sublevó contra este mundo, sus fortalezas y sus representantes. Han pasado 11 años desde que Carlo, un chaval de 23 años, fue asesinado por los perros guardianes de este sistema.
Exactamente a 11 años despues, el 13 de julio del 2012, el Estado, decidirá de forma definitiva sobre la vida de 10 personas, entre hombres y mujeres, que tomaron parte en aquella sublevación; 10 chivos expiatorios que sufrirán penas, si se confirman, de hasta de 15 años por destrucción y saqueo. Durante los mismos días, por pura coincidencia o como advertencia ejemplar, inician también los procesos contra varixs participantes en la revuelta del NO TAV del verano pasado y contra lxs anarquistas del Fuoriluogo de Bolonia.
Frente al ataque continuo del capitalismo y sus gobiernos, las revueltas de estos 2 últimos años han hecho entender a todxs, con prepotencia, que no hay más tiempo para la caza de brujas y las criminalizaciones; que políticos y aspirantes a políticos ya no tienen nada que ofrecer, sobre todo a jóvenes como Carlo, si alguna vez lo tuvieron
El 15 de octubre de 2011, la Plaza San Giovanni en Roma gritó al cielo que no podemos más, pero que podemos decirlo juntxs, a la cara, sin más miedo.
Todo esto, a pesar de que haya quien sigue especulando, hoy y siempre, sobre estos momentos de ruptura, para barrer para su casa de la representación política, favoreciendo así el juego del aislamiento contra a quien se elige luego para pagar los platos rotos. Desde sus cómodas poltronas y sus altisonantes encuentros, no llegará nada que pueda mejorar nuestra suerte, la de explotadxs, exasperadxs y todxs lxs que le guardan rencor a esta sociedad caníbal.
11 años han pasado, 11 años en los que cada unx ha intentado contarnos su verdad, ha intentado ponernos de su parte, rellenar las filas de sus fieles.
Ha habido rabia, miedo, sentimiento de venganza, dolor, el final de algo y el inicio de otra cosa. 11 años en los que en toda Europa, Génova evoca en la mente de muchxs el G8, antes que el puerto o el faro, dejando a cada unx con su idea y, sobre todo, con su compendio personal de sensaciones.
Pero una cosa es cierta: mientras tanto, en estos 11 años, los mismos patrones y gobernantes de entonces han seguido robádonos cada vez algo más de nuestras vidas, erosionando nuestra libertad, violando nuestro imaginario, humillando nuestras aspiraciones, encerrándonos en las aulas, oficinas, fábricas y, cuando hace falta, en cárceles, en C.I.E., en los hospitales psiquiátricos; separándonos lxs unxs de lxs otrxs asfixiando nuestros espacios, haciéndolos parecer, cada vez más, a centros de operaciones; ocupando las calles con centros comerciales, construcciones, institutos financieros, policía y militares para impedirnos vivirlas juntxs, si no es en forma de esclavxs o dóciles consumidorxs. Mientras ellos, los poderosos y sus secuaces, por autorepresentación simbólica o por necesidad real, continúan encerrándose en sus palacios y fortalezas
El cerco del 3 de julio de 2011 a la ZONA ROJA de la construcción-fortaleza del TAV en Maddalena ciertamente no les devolvió la tierra a lxs valsusinxs, pero sí representa uno de los días más bellos de revancha en la vida de lxs que participaron en él, transmitiendo las sensaciones de confianza, coraje y reciprocidad que demasiado a menudo estamos forzadxs a dejar a un lado en nuestra cotidianidad.
Y dado que están en juego nuestras existencias, aun más que lo demás, lxs insurrectxs de aquel julio genovés siguen siendo testimonio de cómo, en la sociedad totalitaria, no es en el corazón de sus palacios o sus fortalezas militares donde debemos jugar la partida, sino en los lugares de nuestras vidas.
Si hubiese una sola cosa que Carlo y lxs rebeldes de Génova, Roma, Atenas y de todo el mundo nos han enseñado en estos últimos 11 años es que las calles de las ciudades en que vivimos son como las vidas de todxs nosotrxs: cuando queremos, aunque sea solo durante un día, son nuestras.
¡Recuperémoslas! Hoy y siempre
SOLIDARIDAD Y COMPLICIDAD CON LXS 10 IMPUTADXS POR LA REVUELTA DE GÉNOVA CONTRA EL G8, CON LXS INVESTIGADXS POR LOS DISTURBIOS DE ROMA DEL 14 DE DICIEMBRE DE 2010 Y DEL 15 DE OCTUBRE DE 2011, CON LXS CHICXS DEL FUORILUOGO DE BOLONIA INVESTIGADXS POR “ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR” Y CON LXS ARRESTADXS POR LA RESISTENCIA CONTRA EL TAV EN VAL SUSA
NINGUNA CONDENA, NINGUNA SENTENCIA, NINGÚN TRIBUNAL
http://es.contrainfo.espiv.net/2012/07/11/genova-italia-11-anos-despues-de-g8-la-revuelta-no-se-condena/
NO CHARGES, NO SENTENCES, NO COURTS Solidarity poster with the accused of Genoa and all the others who are currently on trial.(Italy)
From:informazione.info/ translation by Act for freedom now/B.pd
POSTER SAYS:
‘I’m the manager of the nursing home Villa Serena, we want protection…’
‘All right, barricade yourself inside… shut everything…’
‘Please note… a private clinic is a preferred target rather than public hospitals because these people have a down on those who have money, in practice.’
‘Well… they have a down on anyone, even on the police who don’t have much money.’
11 years have passed since Genoa revolted against this world, its fortresses and its representatives.
11 years have passed since Carlo, a 23 years old boy, was killed by the dogs of this system.
Exactly 11 years after, on 13th July 2012 the State, while for pure coincidence or exemplary warning is setting up its trials against those who took part to the NO TAV revolt of last summer and against the anarchists of Fuoriluogo in Bologna, will decide permanently on the life of 10 between men and women who participated to that uprising.
10 scapegoats who will serve sentences, if the latter are confirmed, up to 15 years for devastation and looting.In front of the constant attack of capitalism and its governments, the revolts of the last two years have made everybody aware, with force, of the fact that there is no more time for witch hunts and criminalization; that politicians and would-be politicians have nothing more to offer especially to young people like Carlo, if they ever have had.
Piazza San Giovanni in Rome, on 15th October 2011, shouted to the sky that we can’t take it any more, but we can tell them together, face to face, without fear.
All this even if there are still those who, today like yesterday, continue to profiteer from these moments of disruption in order to bring grist to the mill of political representation, thus fostering the game of isolation towards those who are later chosen to pay the bill.
From their comfortable armchairs and bombastic rallies nothing will come to turn around the chances of us the exploited, the exasperated and all those who harbour resentment against this cannibal society.
11 years have passed, 11 years during which everyone has tried to tell us their truth, to take us on their side, to fill the ranks of their followers.
There have been anger, fear, a sense of revenge, pain, the end of something and the beginning of something else.
11 years, in which all over Europe Genoa reminds the G8 rather than the harbour or the lighthouse, leaving everyone with their idea and above all with their personal summary of sensations.
But one thing is certain: in the meantime, during these 11 years, the same bosses and rulers of then have continued to take more of our lives, to erode our freedom, to rape our imagination, to humiliate our aspirations, to lock us up in classes, offices, factories and, when necessary, in jails, CIE, psychiatric hospitals; to separate us from one another by suffocating our spaces and making them similar to operational sites; to occupy our streets with shopping malls, construction yards, financial institutes, police and militaries in order to prevent us from living these streets together, except in the guise of slaves or docile consumers. While them, the powerful and their henchmen, out of symbolic self-representation or real necessity, continue to shut themselves in their places and fortresses.
The siege of 3rd July 2011 on the RED ZONE of the TAV fortress-yard in Maddalena certainly didn’t give the land back to the inhabitants of the Val Susa, but it represented one of the most beautiful days of revenge in the life of those who were there, and transmitted those sensations of trust, courage and reciprocity that we are too often compelled to put aside in our daily life.
And as it is our experiences that are at stake, more than any others, the insurgents of that July in Genoa continue to be a testimony of how, in totalitarian society, it is not in the heart of their palaces or fortresses that we have to play our game, but in the places of our lives.
If there is even one thing that Carlo and the insurgents of Genoa, Rome, Athens and all over the world have taught us in these 11 years is that the streets of the cities we live in are like our lives: when we want it, even if for one day only, they are ours.
Let’s take them back! Today like yesterday.
SOLIDARITY AND COMPLICITY WTH THE 10 ACCUSED FOR THE GENOA REVOLT AGAINST THE G8, WITH THE INVESTIGATED FOR THE UPRISINGS OF DECEMBER 14 2010 AND OCTOBER 15 2011 IN ROME, WITH THE COMRADES OF FUORILUOGO IN BOLOGNA ACCUSED OF ‘ORGANIZED CRIME’ AND WITH THOSE ARRESTED FOR THE RESISTANCE AGAINST THE TAV IN VAL SUSA.
NO CHARGES, NO SENTENCES, NO COURTS.
http://actforfree.nostate.net/?p=10358#more-10358