“You can cut down all of the flowers but you cannot stop the spring”
—poster circulating around the strike
THE LAWS
On Friday, May 18th, 2012, two new laws came into effect in Montréal. Their purpose is to stifle the anti-capitalist revolt that has emerged from the student strike that began in this province fifteen weeks ago, to restore order and clear the way for the implementation of austerity measures in this territory.
The first is a municipal by-law. It aims to discourage people from wearing masks at demonstrations by threatening them with fines from $1000 to $5000. It comes as the federal government is contemplating a law, to be implemented across the whole territory of the Canadian State, that would punish those who conceal their identities “while participating in a riot” with a maximum of ten years in prison.
The second is the provincial government’s Special Law which demands that all public manifestations of popular dissent submit themselves to fastidious control by the State. Any demonstration, anywhere in Québec, must submit a start time and a complete route to the local police at least eight hours in advance; if it does not, it is illegal. The route can also be changed at any time by the police. There can be no demonstrations on the grounds of academic institutions or even within fifty metres of them. Any leader, spokesperson or rank-holding member of a student association that blocks access to classes, or counsels others to do so, will be subjected to a fine ranging between $7000 and $35,000. If a student association as a whole is found guilty of the above, they will be subjected of a fine between $25,000 and $125,000. The amounts are doubled for second offenses, and student associations can lose one semester of membership fees for every day that the law is violated. It is also illegal to encourage any other person to attend an illegal demonstration, and it is potentially illegal to livetweet where the demo is and what it’s up to at any given time.
In the three days that the Special Law has been in place, its tangible effect on the movement has been that CLASSE (Broad Coalition of the Association for Student Syndicalist Solidarity), the most radical student union, has taken down its calendar of events, which listed all of the actions that were happening in Montréal and other cities across Québec. A new anonymous website has gone up.
In and of themselves, these two new laws will probably not contribute much to putting more people behind bars in the same way as the federal government’s project of prison expansion and criminal justice overhaul. Instead, the aim is to destroy the finances of organizations that have accommodated themselves to the system and perhaps recoup some of the enormous costs incurred as a result of economic sabotage, traffic and commuter chaos, and police overtime over the last few months. To be clear, the fat bank accounts of the student federations were a crucial component of this situation beginning, and since they could be helpful in the future, they’re worth defending. Sustaining the revolt, however, does not require money as much as courage, will and creativity. We will get what we need to keep fighting, even if it becomes somewhat harder to do so.
Still, what happened in legislative assemblies and city council meetings has had and will have an effect on the streets. Demos are being declared as illegal from the moment they begin, which emboldens the SPVM (local cops) and SQ (provincial cops) to use more intense dispersal techniques and greater levels of force earlier on. Prior to this law, they’d taken eyes, broken arms, shattered jaws, and put people into life-threatening comas. But people are still in the streets, throwing asphalt at riot cops and building burning barricades… More »
— cartel que circula durante la huelga
LAS LEYES
El viernes, 18 de mayo de 2012, dos nuevas leyes han entrado en vigor en Montreal. Su objetivo es sofocar la revuelta anticapitalista que ha surgido desde el inicio de la huelga de estudiantes en la provincia de Quebec, hace 15 semanas. Además, apunta a restaurar el orden y abrir el camino por la implementación de medidas de austeridad en estos territorios.
La primera de estas leyes es un estatuto municipal, que intenta disuadir a la gente de usar máscaras en las manifestaciones, mediante la amenaza de multas que van de los 1.000 a los 5.000 dólares canadienses. Dicho estatuto viene en vistas a una ley que está planificando el gobierno federal, con el fin de ponerla en práctico en todo el territorio controlado por el Estado canadiense, que castigaría a todxs aquellxs que escondan su identidad “mientras participan en disturbios” con una pena maxima de 10 años de prisión.
La segunda ley es una Ley Especial del gobierno provincial que exige que todas las manifestaciones de disidencia popular se sometan al control fastidioso del Estado. Cualquier manifestación, en cualquier parte de Quebec, debe presentar una hora de inicio y un itinerario completo a la policía local, por lo menos, 8 horas antes si no se considerará ilegal. Además la polícia se reserva el derecho de cambiar el itirenario en cualquier momento. Según dicha ley, no se puede realizar manifestaciones en los espacios de las instituciones académicas, ni tampoco a menos de 50 metros de las mismas. Cualquier líder, represetante o cualquier miembro con un cargo en una asociación estudiantil que bloquee el acceso a las clases, o aconseje a otrxs a hacerlo, estará sujetx a una multa que puede variar entre los 7.000 y 35.000 dólares. Si una asociación estudiantil entera es considerada culpable de lo antes mencionado, se les aplicará una multa de entre 25.000 y 125.000 dólares. Las multas se duplicarán en los casos de reincindencia y las asociaciones estudiantiles pueden perder un semestre de cuotas de membresía por cada día que se viole la ley. Es también ilegal animar a cualquiera a participar en una manifestación ilegal y es, potencialmente, ilegal informar a través de tweets desde el lugar de la mani e informar de lo que está pasando en cualquier momento.
Durante los tres días de aplicación de la Ley Especial, su efecto tangible en el movimiento ha sido que CLASSE (siglas en francés de Coalición Amplia por la Solidaridad Sindicalista Estudiantil), la asociación estudiantil más radical, ha bajado su calendario de actividades, donde se encontraban todas las acciones que se estaban desarrollando en Montreal y otras ciudades en la región de Quebec. Se ha abierto una nueva página anónima.
Por sí mismas, estas dos nuevas leyes probablemente no contribuirán tanto a poner a la gente detrás de los barrotes como el proyecto del gobierno federal de expansión carcelaria y la revisión de la justicia criminal. En realidad, el objetivo es destruir los recursos financieros de las organizaciones que se han amoldado al sistema y, quizá, recuperar parte de los enormes costes provocados como resultado del sabotaje económico, al tráfico y el caos derivado, además de las horas extras de la policía durante los últimos meses. Para ser clarxs, las hinchadas cuentas bancarias de las federaciones estudiantiles fueron un componente crucial para el inicio de esta situación y, dado que podrían ser útiles en el futuro, vale la pena defenderlas. Sin embargo, no hace falta dinero para mantener la revuelta, sino, más bien, coraje, voluntad y creatividad. Conseguiremos lo que necesitamos luchando, aunque se haga más difícil.
Aun así, lo que pasó en las asambleas legislativas y en los plenos municipales ha tenido y tendrá efecto en las calles. Las manis se declaran ilegales desde el momento en el que empiezan, lo que embalentona a la SPVM (maderos locales) y la SQ (la madera provincial) a usar técnicas de dispersión más intensas y aumentar el nivel de fuerza anterior. Antes de esta ley, habían arrancado ojos, roto brazos, hecho añicos mandíbulas y dejado a gente en comas muy graves. Pero la gente sigue en las calles, lanzando asfalto a los antidisturbios y construyendo barricadas ardiendo…
LA HUELGA Leer más »