(Texto) Un duro golpe a la anarquía en Bolivia

El 29 de mayo de 2012, nos enteramos de las detenciones de varias compañeras, anarquistas, libertarias y otras relacionadas con ellos. De estas mas de diez detenciones de las cuales fuimos enterándonos poco a poco. Han quedado dos detenidos. Y ha quedado lo que en realidad se pretendía: inmovilizar, desbaratar, golpear a la única afronta verdadera al poder: la anarquía.

Porque daños personales no han habido, porque daños materiales tampoco: El capital tiene asegurados todos sus bienes y ningún robo se ha realizado en los cajeros atacados. Entonces… ¿que pasa? La sociedad, el estado y por su puesto sus aparatos represores (la policía, los militares y la “justicia”) han saltado a defender los rasguños que se han realizado a sus expresiones físicas, porque nada más se ha hecho, “rasguñar” sus bienes materiales lo cual no puede ser tomado como otra cosa que como sabotajes y propaganda contra el capital y el estado

Pero ahora se manifiestan los verdaderos valores del estado y el gobierno bolivianos: una defensa acérrima y fehaciente al capitalismo y a las instituciones de poder que atentan claramente contra las poblaciones indígenas (como es el caso del vice ministerio del medioambiente encargado de dar el beneplácito a la construcción de la carretera que atravesará el TIPNIS) y contra la gente en general (como es el caso de toda institución bancaria), en fin contra la libertad.

Se caen por fin los discursos y la política de forma y no de fondo de este gobierno: en realidad no reaccionan frente a las agresiones a los indígenas, en realidad reaccionan cuando se realiza una acción que inquiete levemente la pasividad de las instituciones que garantizan un etnocidio En realidad no están contra el capitalismo sino contra quienes lo atacan. En realidad no son anticolonialistas sino profundamente autoritarios, civilizatorios, extractivistas y colonizadores pues. Al fin y al cabo las máscaras se caen y se ha caído la mascara de este gobierno dejando al desnudo que es un estado como cualquier otro.

En cambio… Cómo atacan bajo los cargos más duros a quienes realizan la labor de propaganda política de acción. Y la sociedad también: cómo se indigna a través de los medios por estos ataques. Y que poco de indignación muestra ante los bancos especializados en quitarles tiempo, trabajo, y vidas enteras dedicadas a cubrir deudas de promesas mentirosas. Que poco de indignación queda frente a funcionarios públicos que desde sus escritorios condenan y sentencian el final de uno de lo pocos espacios libres de selva, de tierra, de vida indígena diferente que si, ha resistido todo tipo de embates del poder y que hoy libra quizás una batalla definitiva. Que poco se indignan frente a esos burócratas que desde sus escritorios no se sienten ni un poquito responsables por esta masacre a la tierra y a los indígenas. Que poco, en fin, se indignan la gente y los medios con la violencia de estado, con la violencia del capital. Seguramente hasta les parece lógico haber perdido el asco por este tipo de violencia legal.

Y si de asco hablamos, ¿cómo pueden tener tal apego al encierro? Las cárceles solo son la muestra clara del apego de esta sociedad a las rejas, al encierro, en fin, a su claro valor escondido de la esclavitud.

Y saltan (las instituciones públicas) sacan sus armas mas potentes para acusar a quienes por lo menos han mostrado un cuestionamiento a estas estructuras de poder y decisión desde diversas formas y métodos.

Lejos de profundizar un debate ahora inútil entre formas de hacer y vivir la anarquía, porque ese es otro de los objetivos de estas arremetidas del poder, creo conveniente aclarar que si, el anarquismo y la lucha anti autoritaria en bolivia tienen muchas caras, desde lo artístico, desde lo social, desde la propaganda y también desde la acción directa. Muestra de que desde múltiples líneas se cuestiona al poder. Y si bien esta claro que muchas veces se tienden puentes con este mismo poder, son estos momentos de crisis los que sirven para reflexionar sobre las posiciones de vida, rebeldía y también revolución, de todos estos grupos, colectivos e individualidades.

Qué pena profunda estrellarse con una historia siempre empañada por la presencia de traidores (porque en este caso los hubo: delator, traidor. Seguramente llegará el día en que te encontremos cara a cara) qué pena estrellarse con una historia en la que siempre las fracciones se profundizan con los golpes como si nada hubiéramos aprendido. Qué pena valorar más los dogmas políticos que a los compañeros y compañeras. Qué pena luchar contra otros dogmas en lugar de luchar contra el poder y por la libertad de los compañeros. Porque no es por salvar el pellejo que se deba abandonar toda ética, y sobretodo toda ética anarquista, porque no es por mantenerse apegado a una línea política que se deba colaborar y de qué formas con la policía para que encuentren a sus “culpables”. La falta de solidaridad, el grupismo valorado por encima de la lucha y de lxs compañerxs detenidxs, la salida sumisa frente al Estado y el Poder no pueden ser los mensajes que aceptemos como anarquistas!

A seguir con todo, que este golpe nos haga más fuertes, que nos encuentre mejor preparados, que no sea el fin de hermosos proyectos que se estaban duramente levantando. Sabemos todos que será difícil. Y sabemos todos que las enemistades ahora generadas serán muchas veces irreparables y qué dolor saber que ese objetivo haya sido tan bien alcanzado por el poder…

A los compañeros todavía detenidos toda la fuerza, el compañerismo y la espera de días mejores, de risas, de música, de abrazos: han actuado como verdaderos guerrerxs. Sus palabras y sus posiciones emocionan hasta las lágrimas.

Que nada inmovilice nuestras ganas
de vivir libre y antiautoritaramente,
y que viva siempre la anarquía.

 

(Texto) Un duro golpe a la anarquía en Bolivia

 

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